6 He puesto centinelas en tus muros, Jerusalén; no callarán jamás, ni de día ni de noche.[b] Ustedes que oran al Señor, no se detengan nunca a descansar. 7 Tampoco le den descanso al Señor, hasta que termine su obra, hasta que haga de Jerusalén el lugar más loable de la tierra. 8 El Señor ha hecho una promesa solemne, jurando por su poder y su fuerza: No volveré a dejar que tus enemigos se coman tu grano, ni que los extranjeros se beban el vino nuevo que tanto has trabajado.
9 En cambio, los que cosechan el grano lo comerán y alabarán al Señor, y los que cosechan las uvas para el vino lo beberán en los atrios de mi Templo.
10 ¡Salgan! ¡Salgan por las puertas! ¡Despejen el camino para el pueblo! ¡Construyan la carretera! ¡Desháganse de las piedras en el camino! Levanten una bandera para que las naciones puedan ver![c] 11 Mira... El Señor ha anunciado a todo el mundo en la tierra, Dile a la Hija de Sion: ¡Mira! Viene tu Salvador. Trae consigo su recompensa, ¡viene a dar su regalo! 12 Ellos serán llamados el Pueblo Santo, los Redimidos del Señor; y tú serás llamada el Lugar Buscado, Una Ciudad Ya No Abandonada.
<- Isaías 61Isaías 63 ->-
a Los nombres literales son Hefzibá y Beulá. Hefzibá era en realidad el nombre de la reina de Ezequías, y Beulá se convirtió en un nombre simbólico de Jerusalén.
b Los centinelas tenían la obligación de informar regularmente mediante una llamada. En este caso podrían ser los profetas los que se representan como vigilantes de Jerusalén.
c Las imágenes de este verso se toman para representar al pueblo que abandona Babilonia.