1 Un día mientras Jesús enseñaba al pueblo y proclamaba las Buenas Noticias en el Templo, aparecieron los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos 2 y le preguntaron: ¿Con cuál autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio la autoridad?
3 Les respondió:
5 Entonces ellos razonaron: Si decimos del cielo, dirá: ¿por qué no le creyeron? 6 Si decimos, de hombres, todo el pueblo nos apedreará, porque se convencieron de que Juan era profeta.
7 Respondieron que no sabían de dónde era.
8 Jesús les dijo:
9 Entonces dijo al pueblo esta parábola:
10
14 Pero al verlo, los labradores razonaban unos con otros: Éste es el heredero. Conviene que lo matemos para que la heredad sea nuestra. 15
17 Entonces Él los miró fijamente y preguntó:
18
19 En aquella hora los escribas y los principales sacerdotes trataron de arrestarlo, porque entendieron que la parábola era contra ellos, pero tuvieron temor al pueblo.
20 Después de asecharlo enviaron espías para que fingieran ser justos con el propósito de atraparlo en alguna palabra, a fin de entregarlo a las autoridades.
21 Le preguntaron: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente y que no haces acepción de personas, sino en verdad enseñas el camino de Dios. 22 ¿Nos es lícito pagar tributo a César, o no?
23 Al percibir la astucia de ellos, les contestó: 24
25 Él les dijo:
26 Y no pudieron atrapar una palabra de Él delante del pueblo, y maravillados por su respuesta, callaron.
27 Entonces se acercaron unos saduceos, quienes dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: 28 Maestro, Moisés nos escribió: Si un hombre muere y deja viuda sin hijos, que su hermano tome a la viuda y levante descendencia a su hermano.
29 Había siete hermanos, y el primero tomó esposa y murió sin hijos. 30 También el segundo 31 y el tercero la tomaron. Igualmente los siete. No dejaron hijos y murieron. 32 Finalmente, murió también la mujer. 33 En la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa? Porque los siete la tuvieron como esposa.
34 Jesús les respondió:
35 Pero los que son considerados dignos de llegar a aquella era, y de la resurrección de entre los muertos, no se casarán ni se darán en matrimonio. 36
37 Aún Moisés reveló en el pasaje de la zarza, que los muertos resucitan, cuando llama al Señor:
38
39 Algunos escribas respondieron: Bien dicho, Maestro. 40 Y ya nadie tenía el valor de hacerle más preguntas.
41 Entonces les preguntó:
44
45 Mientras el pueblo escuchaba, dijo a los discípulos: 46