1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés 2 y les dijo: Ustedes guardaron todo lo que Moisés, esclavo de
6 Josué los bendijo y los despidió, y ellos regresaron a sus tiendas. 7 Moisés dio posesión en Basán a la media tribu de Manasés, pero a la otra media tribu Josué le dio herencia entre sus hermanos hacia el oeste, al otro lado del Jordán. También Josué bendijo a aquéllos cuando los envió a sus tiendas 8 y les habló: Regresen a sus tiendas con riquezas abundantes, con mucho ganado, plata, oro, bronce, hierro y muchas ropas. ¡Repartan el despojo de sus enemigos con sus hermanos!
9 Entonces los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés regresaron desde Silo, que está en la tierra de Canaán, y se fueron de entre los hijos de Israel a la tierra de Galaad, a la tierra de sus heredades donde se establecieron, la cual recibieron según el mandato de
10 Cuando los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés llegaron a la región del Jordán que está en la tierra de Canaán, edificaron un altar de apariencia grandiosa junto al Jordán. 11 Los hijos de Israel oyeron decir: Miren, los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron un altar en la frontera de la tierra de Canaán en la región del Jordán, en el lado de los hijos de Israel. 12 Cuando los hijos de Israel oyeron esto, toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo para subir a luchar contra ellos.
13 Los hijos de Israel enviaron a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a la tierra de Galaad, a los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés. 14 También enviaron a diez jefes, un jefe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era jefe de su casa paterna entre los millares de Israel.
15 Ellos fueron a los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron: 16 Toda la congregación de
21 Entonces los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron a los jefes de los millares de Israel: 22
24 Pero ciertamente hicimos esto por preocupación, por una razón, y dijimos: En el porvenir, sus hijos pueden decir a nuestros hijos: ¿Qué tienen ustedes que hacer con
26 Por tanto dijimos: Apresurémonos a edificarnos un altar, no para holocausto ni para sacrificio, 27 sino será un testimonio entre nosotros y ustedes, y entre nuestras generaciones después de nosotros, que nosotros debemos realizar el servicio de
28 Por tanto dijimos: Sucederá que, si ellos nos dicen esto a nosotros o a nuestras generaciones futuras, responderemos: Miren la réplica del altar de
29 Nunca acontezca que nos rebelemos contra
30 Finees, el sacerdote, los jefes de la congregación y los jefes de los millares de Israel que estaban con él, escucharon las palabras que hablaron los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de Manasés, y les pareció bien. 31 Entonces Finees, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de Manasés: Hoy entendemos que
32 Finees, hijo del sacerdote Eleazar, y los jefes volvieron de estar con los hijos de Rubén y los hijos de Gad en la tierra de Galaad, a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, y les dieron la respuesta. 33 El informe agradó a los hijos de Israel, y bendijeron a
34 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad llamaron el altar
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a ʼEL es un Nombre de Dios y ʼElohim es plural. Se repite la expresión para hacer firme la imprecación.