1 Cuando se acercaban los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón: 2 Yo sigo el camino de todos en la tierra. Por tanto, ¡esfuérzate y sé valiente! 3 Guarda la encomienda de
5 Ahora, tú sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales de los ejércitos de Israel: a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a quienes mató. Derramó sangre de guerra en tiempo de paz, y puso sangre de guerra en el cinturón que llevaba en su cintura y en el calzado que tenía en sus pies. 6 Haz conforme a tu sabiduría, pero no permitas que sus canas desciendan en paz al Seol.
7 Pero muestra benevolencia a los hijos de Barzilai galadita. Que ellos estén entre los que comen a tu mesa, porque se colocaron a mi lado cuando yo huía de tu hermano Absalón.
8 Mira, tienes contigo a Simei, hijo de Gera, benjamita, hijo de Bahurim, quien me maldijo con una cruel maldición el día cuando yo iba a Mahanaim. Pero él bajó a recibirme al Jordán, por lo que le juré por
10 David durmió con sus antepasados y fue sepultado en la ciudad de David. 11 Los días que David reinó sobre Israel fueron 40 años: siete años reinó en Hebrón, y 33 años reinó en Jerusalén. 12 Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su reino fue firmemente establecido.
13 Pero Adonías, hijo de Haguit, fue a Betsabé, madre de Salomón, y ella le preguntó: ¿Es pacífica tu visita?
15 Y él dijo: Tú sabes que el reino era mío y que todo Israel fijó la mirada en mí para que yo reinara. Pero el reino cambió de manos y fue de mi hermano, porque por determinación de
16 Y ahora te hago una petición y te ruego que no me la niegues. Ella le dijo: Habla.
17 Entonces él dijo: Te ruego que hables al rey Salomón, pues él no te lo negará, para que me dé como esposa a Abisag sunamita. 18 Betsabé respondió: Bien, yo hablaré al rey por ti.
19 Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó para recibirla y le hizo reverencia. Luego se sentó en su trono y ordenó colocar una silla para la madre del rey, quien se sentó a su derecha.
20 Entonces ella dijo: Te haré una pequeña petición. No me la niegues.
22 Pero el rey Salomón respondió a su madre: ¿Por qué pides a Abisag la sunamita para Adonías? ¡Pide también el reino para él, porque es mi hermano mayor, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia!
23 Y el rey Salomón juró por
26 Pero el rey dijo al sacerdote Abiatar: Aunque eres digno de muerte, retírate a tus campos en Anatot. No te mataré hoy, porque cargaste el Arca de
28 Esta noticia llegó hasta Joab, y como Joab también se adhirió a Adonías, aunque no siguió a Absalón, Joab huyó al Tabernáculo de
30 Benaías entró en el Tabernáculo de
31 Y el rey le dijo: Haz como él dice. ¡Arremete contra él y sepúltalo! Así quitarás de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente. 32
34 Benaías, hijo de Joiada, fue, arremetió contra Joab y lo mató. Fue sepultado en su propia casa, en la región despoblada. 35 En su lugar el rey designó como general del ejército a Benaías, hijo de Joiada, y el sacerdote Sadoc fue designado por el rey en reemplazo de Abiatar.
36 Luego el rey llamó a Simei y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y vive allí, y no salgas de allí a ninguna parte. 37 Porque el día cuando salgas y cruces el arroyo de Cedrón, sabe que sin duda morirás y tu sangre recaerá sobre tu cabeza.
38 Simei respondió al rey: Buena es la palabra. Como mi ʼadón el rey dijo, así hará tu esclavo. Y Simei vivió en Jerusalén muchos días.
39 Pero después de tres años, aconteció que dos esclavos de Simei escaparon y se fueron a Aquís, hijo de Maaca, rey de Gat. E informaron a Simei: Mira, tus esclavos están en Gat. 40 Simei se levantó, aparejó su asno y fue a Gat, ante Aquís, para buscar a sus esclavos. Simei fue y trajo a sus esclavos de Gat.
41 Se le informó a Salomón que Simei salió de Jerusalén a Gat y regresó. 42 El rey mandó llamar a Simei y le dijo: ¿No me juraste por
44 Además el rey dijo a Simei: Tú sabes toda la maldad que cometiste contra mi padre David.
46 El rey ordenó a Benaías, hijo de Joiada, quien salió y arremetió contra Simei y lo mató.