1 En aquellos días, cuando había una multitud muy grande y no tenían nada que comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: 2
4 Sus discípulos le respondieron: “¿De dónde se podría saciar a esta gente con pan aquí en un lugar desierto?”
5 Les preguntó:
6 Mandó a la multitud que se sentara en el suelo, y tomó los siete panes. Después de dar gracias, los partió y los dio a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos sirvieron a la multitud. 7 También tenían unos cuantos pececillos. Después de bendecirlos, dijo que los sirvieran también. 8 Comieron y se saciaron. Recogieron siete cestas con los trozos que habían sobrado. 9 Los que habían comido eran unos cuatro mil. Luego los despidió.
10 En seguida entró en la barca con sus discípulos y llegó a la región de Dalmanutha. 11 Los fariseos salieron y empezaron a interrogarle, pidiéndole una señal del cielo y poniéndole a prueba. 12 El suspiró profundamente en su espíritu y dijo:
13 Los dejó, y entrando de nuevo en la barca, se fue a la otra orilla. 14 Se olvidaron de tomar pan, y no llevaban más que un pan en la barca. 15 Les advirtió diciendo:
16 Razonaban entre sí, diciendo: “Es porque no tenemos pan”.
17 Jesús, al darse cuenta, les dijo:
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21 Les preguntó:
22 Llegó a Betsaida. Le trajeron un ciego y le rogaron que lo tocara. 23 Tomó al ciego de la mano y lo sacó de la aldea. Cuando le escupió en los ojos y le puso las manos encima, le preguntó si veía algo.
24 Levantó la vista y dijo: “Veo hombres, pero los veo como árboles que caminan”.
25 Entonces volvió a poner las manos sobre sus ojos. Él miró atentamente, y quedó restablecido, y vio a todos con claridad. 26 Lo despidió a su casa, diciéndole:
27 Jesús salió, con sus discípulos, a las aldeas de Cesarea de Filipo. En el camino preguntó a sus discípulos:
28 Le dijeron: “Juan el Bautista, y otros dicen que Elías, pero otros, uno de los profetas”.
29 Les dijo:
30 Les mandó que no hablaran a nadie de él. 31 Comenzó a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre padeciera muchas cosas, y que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y que fuera matado, y que después de tres días resucitara. 32 Les hablaba abiertamente. Pedro lo tomó y comenzó a reprenderlo. 33 Pero él, volviéndose y viendo a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo:
34 Llamó a la multitud con sus discípulos y les dijo:
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a La palabra traducida aquí como “generación” (genea) también podría traducirse como “pueblo”, “raza” o “familia”.